Si sospechas que podrías estar embarazada, una prueba casera puede darte una respuesta rápida y confiable desde la comodidad de tu casa. Pero ¿cómo funcionan?
Estas pruebas detectan en la orina una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (hCG), que el cuerpo produce solo cuando hay un embarazo. Esta hormona comienza a aparecer unos días después de la implantación del óvulo fecundado, y aumenta rápidamente en las primeras semanas.
Hay dos tipos principales: las pruebas tradicionales (con líneas) y las digitales (con pantalla). Ambas funcionan de forma similar. Solo necesitas colocar la punta absorbente en el chorro de orina o sumergirla en un recipiente con tu muestra. En pocos minutos (entre 3 y 10), tendrás el resultado.
 
    
   
        
